
Jamás imagine que un día conocería a
alguien como Don Olivo Cedano. Muchas
personas me decían “Ángel en Bávaro está el
hombre con más edad en Verón” pero confieso que nunca me paso por la cabeza que
realmente estaría ante la presencia de una
LEYENDA VIVIENTE. Convencido que necesitaba ver y escuchar a Don Olivo arranque
para Bávaro. Al llegar a su casa veo un portón
cerrado por lo que llame por teléfono...
-Alo? Quién es? me responden...-Sí, buenas Tardes, quiero hablar con Don Olivo
Cedano...Respondí. -Ese soy yo! Ábranle la
puerta al Señor!
Entre a la casa...una casa en el centro de
bávaro, llena de arboles, frutas y flores, una
casa histórica, pues es una de las primeras
construidas por allá por los años 40´s. En una
terraza enorme al lado de una hamaca, me
esperaba un señor con gafas negras, sentado
en una silla. Me acerque lentamente y me
pregunta....Quien e´ute? A lo que yo le respondí y le explique, lo que buscaba...-uyyyy
pero si u ‘te lo que quiere e historia siéntese
aquí pa’que no se canse, me contesto.
Les confieso que estaba emocionado,
pues estaba entrevistando a una persona
muy reconocida en la zona, que ya había sido
recientemente homenajeado por el ayuntamiento de Bávaro por ser el hombre que mas
años trabajo en la comunidad y aparte un
hombre con muchas historias...
Don Olivo, cuando usted Nació? -A mi declararon tarde, mi cédula dice que yo nací el
8 de diciembre de 1914 pero yo creo que fue
en el 1911....
Me quedo con la boca abierta y el me sigue diciendo....U’ted cree que yo toy viejo?
deme la mano!- Yo le extiendo mi mano la
que agarra con fuerza y de un momento a
otro me dice...- Túmbeme el pulso a ver si
u´te ta fuerte! Eche pa’lante que aquí no
hay hombre que me tumbe el pulso! Sino
pregúntele a “Titi Logroño” que frente a mi
casa, tenia Lisandro Castillo una cantinita y
yo llegue y me dijo que vamos a hacer un
pulso al deo porque ya le gano a “Talo” y
cuando empezamos me Jalo y zass, un jalón
de cabeza que me tumbo, yo me pare, volví
a hacer el pulso y zass le partí el deo y dijo la
mujer de Lisandro “ayy le partió el deo, ayy
le partió el deo”...
Yo dentro de mi, me reía, pero grande
fue mi sorpresa al intentar “tumbarle el
pulso’’. Me encontré con una pared que ni
pa’lante ni pa’atra! Solo me quedo reírme,
y después le pregunte...Don Olivo y que es
lo que usted come? –“Mucha Carne, leche
e ‘vaca y vivere! Yo llegue aquí por allá por
los 40s de ¨Sanate¨ (comunidad de Higuey) y
puse un conuco por la montaña de “Rokoki”.
Allí hacia carbón pues tenía que buscarme
los cuartos. Después tenía una propiedad
que le llame G2, llena de chivo, vacas y vivere
y construí este rancho donde estamos ahora y al lado puse una casita de madera para
hacer queso! A mi me gustaba camina por la
playa con “Matru” y buscábamos leñas pa’
hacer carbón. Yo agarraba con mi burrita a
vender plátanos, guineo por allá por Higuey
y venia Pa’ca. Yo tuve 7 hijos de padre y madre y ‘’unos cuantos por fuera’’ jajajaja, tuve
como 24 compromisos con mujeres y andaba mucho con “Macorís”, mi primo “Pancho
Llano” y con “Damián” el de allá del Macao.
Yo trabaje mucho cuando to’eto era monte
haciendo carbón y conuco, pa’cria mis hijos y
nunca fui empleado de nadie y mis hijos trabajaban conmigo. En la mañana bebíamos
“Calostro” (*fluido previo a la leche producido por las glándulas mamarias de la vaca
durante los primeros dos a cuatro días luego
del nacimiento. provee crecimiento, nutrientes y factores inmunes a las crías*) y nos desayunábamos con Batata y huevos criollos.
Yo también construía empalizas y jalaba los
alambre con las manos”
Mientras Don Olivo hablaba, veía esa
chispa de alegría que por un momento
destellaba en sus ojos cuando se quito los
lentes…era como si se transportara hacia el
pasado y viviera esos inolvidables recuerdos
con sus amigos, sus peleas, sus luchas para
salir adelante junto a sus hijos, sus andadas
por las playas de Bávaro y sus viajes en su burrito a Higuey….Ay Don Olivo, que hermosos
son aquellos recuerdos, wao Don Olivo, que
vida más linda usted nos contó!
Sin más nada que decirle me despedí y
dándole la mano le dije… “no me la apriete
que ya me duele” y me regalo una hermosa
carcajada que nunca olvidare…
Escribe tu comentario